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Neuromarketing en la Venta de Alimentos

Científicos del Consejo de Investigación Médica en Inglaterra, han descubierto la excusa perfecta para comer en exceso: el cerebro.

Los investigadores  han llegado a la primera prueba neurobiológica de por qué algunas personas parecen incapaces de resistir a los alimentos.

La investigación, publicada en el Journal of Neuroscience, no sólo proporciona evidencia de que algunas personas son particularmente susceptibles a las imágenes de comida, si no que además, ayuda a explicar el poder de la publicidad de alimentos.




Los investigadores ya sabían que un rasgo de personalidad determinado en grupos de consumidores, están más propensos a comprar productos que estimulen su centro de la recompensa o de experiencias placenteras, en especial la alimentación y se exhibe en varios niveles dependiendo de la persona. Esta diferencia se llama sensibilidad de mayor o menor recompensa.

Investigaciones anteriores han demostrado que las personas con sensibilidad a la recompensa alta tienen mayores deseos por la comida y son más propensos a tener sobrepeso. Pero hasta ahora la base biológica de esta evidencia no se había conocido.

El estudio identifica cómo esta relación funciona en el cerebro. Esto demuestra que las personas con mayor sensibilidad a la recompensa muestran una mayor actividad en cinco áreas clave del cerebro implicadas en la motivación o recompensa, y que este aumento ocurre cuando simplemente miran las fotos de platos de comida. Los científicos, dirigidos por John Beaver, utilizaron tecnología para escaneo cerebral conocida como resonancia magnética funcional.
Se analizó la actividad cerebral de 12 hombres y mujeres mientras observaban alimentos muy apetecibles, como el pastel de chocolate, así como alimentos fáciles de digerir (brócoli), y comida asquerosa (carne podrida).

Después de la prueba, los participantes completaron un cuestionario que evaluó su esfuerzo por alcanzar metas y así determinar su nivel de sensibilidad a la recompensa.

El estudio encontró que, cuando se les mostraron fotos de comida apetitosa, las personas con sensibilidad a la recompensa más alta, tenían hasta el doble del nivel de actividad en las cinco áreas del cerebro implicadas con la recompensa - conocida como la red neuronal - en comparación con aquellos con menor sensibilidad a la recompensa.

"Lo que no se sabía antes es como la sensibilidad a la recompensa en relación con los alimentos, se expresaba en el cerebro", dijo uno de los autores del estudio, Andy Calder, un científico investigador.

"No sé si los individuos de alta sensibilidad a la recompensa, son más propensos a comer más. Pero, a medida que asciende la escala, la gente en la parte superior tiene la activación dos veces más que los de abajo".

El Dr. Beaver, autor principal del estudio, añadió: "Los estudios anteriores en esta área habian asumido que los patrones de activación cerebral eran similares en todos los individuos sanos, pero los nuevos hallazgos demuestran que incluso en individuos sanos, los centros de la recompensa del cerebro de algunas personas son más sensibles a los alimentos apetitosos.

Esto ayuda a explicar por qué algunos individuos son más vulnerables a desarrollar ciertos trastornos, como comer de forma compulsiva.

"Esto es particularmente pertinente en la comprensión de la prevalencia creciente de la obesidad, como las personas están constantemente bombardeados con imágenes de alimentos apetitosos con el fin de promover el consumo de alimentos a través de anuncios de televisión, máquinas expendedoras, o en el embalaje."

Los investigadores también creen que los hallazgos podrían tener implicaciones para el estudio de otras formas de conductas adictivas, como el alcoholismo y la drogadicción, así como trastornos compulsivos.

Los anunciantes utilizan "los estilistas de alimentos" para preparar los alimentos para los fotógrafos (que sí son especialistas en la creación de imágenes de comida). El sentido común nos dice que las imágenes que resulten más apetecibles venderán más productos. Con esta nueva investigación, sin embargo, tenemos una mejor comprensión de los mecanismos para mejorar las ventas.
Crear la imagen más atractiva posible hará que se maximice la respuesta en aquellas partes del cerebro asociadas con la motivación y la recompensa. Aunque el estudio no demostró que existe una relación entre los niveles de activación cerebral y el consumo real, parece probable que los individuos con los niveles más altos de activación al centro de la recompensa, serían los más propensos a involucrarse en comportamientos como la compra y el consumo de los elementos que produjeron la actividad cerebral.

Desde un punto de vista de neuromarketing, quizás la parte más interesante del hallazgo es que algunos individuos no se ven muy afectados por las imágenes de comida atractiva y sabrosa. Para llegar a esas personas, puede ser necesario agregar otros elementos a su campaña como los beneficios de nutrición, productos no alimenticios, como imágenes de familias felices disfrutando del producto, etc.
Desde el punto de vista de la neuroeconomía, los circuitos de valor de estas personas pueden necesitar algún tipo de activación a causa de una decisión de compra. Sin embargo, se puede suponer que los consumidores de mayor volumen son muy probablemente los más afectados por las imágenes de alimentos .
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En tu opinión, qué otros sectores podrían beneficiarse de este hallazgo para aumentar sus ventas por medio de buenas imágenes ? Deja tus comentarios de seguro enriquecerán a nuestra comunidad

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